Mientras que en el corte por láser de láminas el tema de la automatización de la carga y descarga de material está bien asumido y abunda en soluciones de la más variada complejidad, en el corte por láser de tubos, solo desde hace unos años, existen sistemas de corte por láser equipados con un almacén vertical para tubos y perfiles, que pueden manipular las barras automáticamente y permiten realizar cambios de producción sin personal.
Veamos a continuación cuáles son las ventajas de utilizar un almacén automático para tubos y perfiles con un sistema de corte por láser de tubos.
Un almacén automático de torre para tubos es una estructura de acero en la que se cargan varias cajas, cada una de las cuales contiene tubos de acero inoxidable, cobre, acero dulce, aluminio u otro material metálico de diferentes secciones y grosor.
En función del lote a procesar, el tubo a cortar se transfiere de forma automática y rápida desde la caja hasta el cargador de la máquina, de modo que el corte por láser del tubo puede comenzar sin esperas y sin necesidad de involucrar a más operadores, como carretilleros, responsables de almacén, etc.
El resultado es un sistema que empieza a producir en poco tiempo, sin duda en menos tiempo que cuando había que manipular los tubos manualmente.
Si además se tiene en cuenta el tiempo necesario para retirar las barras del cargador del lote anterior y el tiempo necesario para volver a colocarlas en su sitio, se intuye fácilmente por qué aumenta decisivamente el tiempo de actividad del sistema de corte de tubos por láser, se reduce el tiempo de espera improductivo de la máquina y, en consecuencia, aumenta la productividad diaria.
En el vídeo de abajo se puede observar cómo funciona el proceso automático de carga y descarga de los tubos en la planta de corte por láser y el almacenamiento dentro del almacén automático.
Ocurre que, para responder a emergencias o cambios imprevistos en las necesidades de producción, se debe cambiar la prioridad de los lotes programados (en algunos casos incluso interrumpiendo el lote en curso). Una solución para el cambio automático del material durante el mecanizado hace que esta eventualidad sea un inconveniente menor.
De hecho, no es necesario buscar espacios para colocar temporalmente tubos y perfiles pendientes, no hay complicaciones de gestión ni riesgo de perder de vista los trabajos pendientes.
Se cambia el orden de los lotes en cola directamente en la máquina o se añade un lote adicional a la lista preprogramada, con un cambio de caja automático realizado en poco tiempo.
Con el almacén de torre el cambio de producción es inmediato.
Ya hemos mencionado la necesidad de extraer el material sobrante del lote anterior para liberar el cargador de la máquina e iniciar a mecanizar un nuevo lote.
Es necesario desplazar el material para que no estorbe y no obstaculice el avance del nuevo haz de tubos. Si se quiere preparar con antelación las barras necesarias para una serie de lotes ya programados, la gestión del espacio alrededor de la máquina se vuelve aún más delicada, ya que una gran parte del mismo deberá utilizarse para actividades que no crean valor añadido, sino simplemente como punto de estacionamiento temporal de las barras a la espera de ser mecanizadas.
Esta situación puede mejorar gracias a un almacén automático de torre que se desarrolla verticalmente, permitiendo aprovechar la altura del taller y deja despejada la zona alrededor de la máquina que podrá destinarse a usos más provechosos.
La interconexión del almacén con el sistema informático de la empresa (además de las ventajas de la integración de las máquinas) permite controlar los stocks de material para gestionar mejor y con mayor flexibilidad los planes de producción.
Al final del mecanizado del lote, los tubos que no se han sacado del cargador y, por lo tanto, no se han usado, se devuelven a la caja y se vuelven a contar correctamente, antes de que la caja se vuelva a colocar en su estante dentro de la torre.
Al conocer con precisión la cantidad de material disponible en las distintas cajas, se puede optimizar el llenado periódico del almacén de tubos y evaluar desde la oficina distintas estrategias y planes de gestión del material.
Mover manualmente haces tubulares pesados y difíciles de manejar de un lado a otro del almacén central a la máquina, mientras se realizan otras actividades a su alrededor, no sólo es causa de incomodidad y posible fuente de riesgos para los operadores, sino que también puede afectar a la calidad de la superficie del tubo.
De hecho, la precaución y el cuidado en la manipulación de las barras pueden no ser suficientes para evitar golpes y deformaciones, aunque sólo sea por la forma en que se levantan o apoyan los tubos.
Los posibles defectos que se acumulan en las barras son, por tanto, causa de desechos de producción y desperdicio de material. Aún más críticos son los casos en los que las cantidades disponibles son limitadas.
Un almacén automático de torre para tubos permite preservar la calidad superficial del tubo a mecanizar, manteniéndolo en un espacio mayormente protegido y desplazándolo de forma óptima para minimizar las imperfecciones.
La consideración es similar, pero aún más importante en lo que respecta a las actividades manuales y potencialmente peligrosas para los operadores y otras personas que se encuentren cerca de las máquinas.
Con la carga y descarga totalmente automatizadas, el almacén puede llenarse a una hora concreta del día, en las mejores condiciones de "tráfico interno", aprovechando una mejor la logística de materias primas.
Ya no existe la implicación continua y fragmentada de medios y recursos, sino una única fase de preparación de la secuencia programada de lotes.
La fabricación de pequeños lotes al coste de la gran escala es posible gracias a la reducción de los tiempos de preparación de la máquina entre lotes.
Un almacén automático de torre permite mecanizar sin supervisión de personal, con costes más bajos y una mayor productividad.
Al eliminar cualquier posibilidad de error y lograr la independencia del operador, se consigue un margen adicional de eficacia y fiabilidad en las estimaciones de tiempo y costes.
Hoy en día, mantener la competitividad es una necesidad cada vez mayor, se buscan constantemente soluciones para aumentar la eficacia de los procesos individuales, simplificar la logística interna en la manipulación de materiales y la gestión de existencias, para contener los elevados costes de la mano de obra cualificada difícil de encontrar, sin dejar de mantener altos niveles de seguridad y protección laboral.
La utilización de un almacén de torre en el tratamiento de tubos y barras es una solución que va precisamente en esta dirección, tanto más cuando se combina con otros servicios como la generación y el análisis detallado de los datos de producción recibidos de las máquinas, el seguimiento de los flujos de material y de personal y sistemas de producción capaces de interconectarse e intercambiar datos para incrementar la flexibilidad productiva.
Un almacén automatizado de tubos y perfiles hace que la competitividad ya no es sólo el resultado de menores costes de recursos y personal, sino sobre todo de una renovada potencia tecnológica de la industria 4.0.